¿Te han hecho alguna vez una radiografía? Pues aa radioterapia utiliza rayos muy parecidos a los que se emplean para hacer una radiografía pero de más intensidad. Los rayos penetran en el cuerpo y destruyen las células que no funcionan bien, impidiendo que crezcan y se reproduzcan.
Ahora vamos a visitar el simulador. Se trata de un aparato muy parecido a los que hacen las radiografías, produce rayos X y su misión es ayudar al médico a saber cuánta radiación tiene que utilizar.
En primer lugar, te pedirán que te subas a la camilla y te colocarán en una postura determinada. Además te pedirán que estés muy quieto. Verás que el simulador tiene una especie de brazo que gira y que rota a tu alrededor para buscar la zona que quieren tratar. Cuando se mueve emite una especie de zumbido. No debes te preocupes, el ruido se debe al movimiento del brazo y se acaba cuando se queda fijo.
Aunque la simulación puede resultar larga, no te harán daño en ningún momento. Dentro de las salas de radioterapia podrás ver un aparato muy parecido al simulador pero más grande, es el acelerador lineal.
Aquí también hay una camilla sobre la que tendrás que tumbarte y también posee un brazo que gira y hace ruido cuando se mueve.
Mientras dura la sesión de tratamiento (unos pocos minutos) estarás solo en el interior de la sala, pero no te preocupes, el médico y tus padres te verán y oirán a través de un circuito de televisión y un interfono. Cuando recibes la radiación no sientes ni dolor ni molestias. Lo único que tienes que hacer es estar muy quieto.
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